domingo, 3 de enero de 2010

ANCHO FALSO

CAPITULO DIECISIETE
-Por fin se despertó.
-¿qué paso?… ahh… que dolor de cabeza… - El Gobernador se encontraba atado en una pequeña habitación de dos por dos – encima hasta soñé con el pelotudo de Peralta.
En ese momento el francés Porto comenzó a sacarse la barba lentamente para luego quitarse la peluca
-¡Sorpresa gobernador! – dijo Peralta bastante exaltado, sonriente y ya sin forzar el acento francés - ahora me va a escuchar gordo corrupto.
Peralta continuaba sonriendo como estúpido aunque su voz sonaba segura no como en aquel encuentro en el hotel antes del partido.
-Así que se pensó que se iba a salir con la suya, mire, yo había decidido no tomar postura por ninguno de los bandos pero luego las cosas se complicaron con culpa suya. Fui acusado injustamente y una vez más usted se iba a llevar todos los créditos, pues bueno, eso no va a suceder mi estimado gobernador de mentiritas, títere de algún empresario de turno, oligarca cagón
-soltame que podemos arreglar Peralta ¿Qué queres? ¿Plata? ¿Un puesto mejor en la gobernación? Lo que quieras, sacame de acá y te salvo para toda la vida- interrumpió El Gobernador
- cállese viejo chanta, no se da cuenta que no está en condiciones de negociar. Yo se que usted recibió una coima para agilizar el triunfo del Oeste y tengo pensado contárselo a algunas personas importantes de la Capital cuando vuelva. Puedo testificar en su contra y no solo dejará de ser gobernador sino que se va a tener que olvidar de su banca en el congreso, ¿sabe de donde viene la palabra testificar?
El gobernador lo miró un instante en silencio. No tenía idea donde venía la palabra y tampoco entendía demasiado de lo que estaba hablando Peralta.
-¿no sabe no? Testificar viene de las cortes romanas donde juraban decir la verdad por sus testículos, y yo… y yo… y yo tengo las pelotas bien puestas.
- no entiendo – dijo El Gobernador
-¿qué no entiende hombre?
-qué me quiere decir, sea más claro Peralta.
- ¿Qué?
- sí, de que habla, por qué no me suelta y listo
-¿usted es pelotudo? No lo voy a soltar. De ahora hasta que esto termine vamos a hacer lo que yo diga y usted va a acatar mis órdenes en silencio. Se terminó la injusticia en Mercedes.
Peralta amordazó a El Gobernador, lo cargó en el 1500 de la gobernación y salió rápidamente por la avenida para el lado del Oeste.
-Rolando… Rolando – Román se acercó corriendo hasta el galpón donde los muchachos del Este jugaban al truco y planeaban los pasos a seguir – ¡Rolando!
- ¿Qué pasa pibe? – contestó el líder, sentado en un cajón.
-mire lo que encontré – Román traía en la mano una peluca y una barba postiza – son de Portos
- ¿qué es esto?
-parece que a Portos se le cayó el pelo y la barba – Comentó Don Braulio.
- ¿Dónde está el francés? – preguntó Rolando.
Román tragó saliva y lo miró al líder:
-parece que se fue, lo busqué por todas partes y no está – hizo una pausa – A El Gobernador tampoco lo encontré. Creo que se escaparon juntos.
- ¡me cago en Diooooo! – gritó Rolando mientras revoleaba un ancho falso sobre la mesa.

1 comentario:

Natalia Cabral dijo...

Cómo sigue la cuestión?