martes, 1 de diciembre de 2009

"PERALTA...¡¡¡SO VO!!!"

CAPITULO DIECISEIS
-¡¡¡Me cago en la cruz del culo y este pelotudo que no sabe ni de que color son los calzoncillos que trae puestos!!!
-No se caliente don…- dijo Román tímidamente.
-Mira no te saco las tripas acá nomás porque vamos a necesitar gente cuando vengan a buscar a El Gobernador. ¡Pero vos te das cuenta del lio en el que nos metiste! Este no solo esta del lado de los putos aquellos…-señalaba Rolando en donde otrora la gorda Risatti le había propinado una tremenda paliza- ¡Este gordo esta metidos con los del Sindicato de la Carne!
El francés, sonriente, lo mira y con aplomo en la mirada le dice:
-yo soy el presidente del Sindicato de Panaderos, mi amigo y la verdad que eso me tiene sin cuidado.
- No se hable más- dijo Don Braulio -intercambiemos a El Gobernador por la rendición incondicional del Oeste.
- Le pareceee- saltó uno del fondo.
-Si no van a tener huevos para negarse y nosotros estamos con el sindicato más fuerte. No se van a animar a enfrentarnos- declaró Don Braulio.
Pero Don Braulio se equivocaba y estaban por cometer el peor, sino el ultimo, gran error de sus vidas.
El francés que se había mantenido al margen durante el tiempo que llevó el pleito hasta lo de la vaca de Troya. Y que ahora decía ser el presidente del Sindicato de Panaderos, y del cual mostraba credenciales y almanaques, tenía todo calculado. Se metió en el momento justo. Como buen ajedrecista sabía que piezas tenía que mover dentro los escaques del tablero en el que se había convertido Mercedes. La venganza estaba próxima. Después de tanto planear, de tanto "güisqui" berreta para pasar la noche despierto para que no se les escaparan las ideas que diseñaban paso a paso la más perfecta de todas las estrategias vengativas que hasta el momento se conocían.
Zagas, maquiavélico, iracundo Portos agarró por el cuello del saco a El Gobernador y lo arrastró hasta el aljibe que estaba atrás del galpón.
- ¡¡¡éveil de graisse!!! - exaltado le gritaba el galo - ¡¡¡éveil de graisse!!!
- Mmmmgggmm... Mmmmgggmm... Que mmmmierda pasó, hmmm mi cabeza, gangoso de mierda como me cagó…
- Shhhh cierre el pico y escuche… Yo paré el tren, yo arreglé que el partido no se jugara, yo planeé lo de la vaca yo… ¡¡¡Yo soy Peralta jefe!!!
-Peralta…. ¡¡¡So vo pelotudo!!!
-Si y ya no soy ese pelotudo que le lamía los zapatos. Años me llevó planear esta venganza.
-¡¿Venganza?! ¡De que hablas estás más pelotudo que nunca!- fue la última palabra que le salió bien a El Gobernador porque Peralta le dio un zurdazo, pero no como el Mono Gatica sino a lo Antonio Roma.
- Escuche y escuche bien. Y no hable. Porque lo que está a punto de escuchar empieza con usted.

No hay comentarios: