lunes, 1 de diciembre de 2008

TRAICIONES DE FAMILIA

CAPITULO CUATRO
Don Braulio, padre de Rolando, fue por mucho tiempo el mejor matarife de Mercedes.
Tenía la mirada fría y despiadada. Las vacas enloquecían, cuando las cambiaban de corral, como anticipando su destino. Sin embargo, pese a lo que los bovinos pensaran, era el mejor, ver el dominio con el que tomaba el cuchillo era un placer. Incisiones precisas iban, más que desgarrando, diría que desgajaban las piezas unas de otras. Aquella frase renacentista que elogiaba que la escultura estaba dentro, y era el escultor el que tiene que eliminar lo que le sobra... esa era la sensación al ver trabajar a este hombre.
Él fue uno de los fundadores del pueblo. Junto con su hermano Jacinto llegaron cuando solo el matadero se erguía sobre el horizonte y empleaba hombres solos que buscaran un oficio. Claro que para que existiera el pueblo debían existir también mujeres para procrear y poblar el actual Mercedes. La explicación no se encuentra muy lejos del matadero dado que el burdel dispuesto para los empleados funcionaba atrás de los corrales o en los mismos dependiendo de la cantidad de clientes que tuviera.
Los hombres se fueron enamorando. Quien sabe si fue amor o solo el simple, básico e instintivo sentimiento de pertenencia sobre las mujeres que moraban atrás del corral de las vacas.
La cosa es que Mercedes en sus comienzos fue promiscua y lujuriosa. Las primeras parejas que formaron ranchos en torno al matadero se conocían bastante bien, en el amplio sentido de la palabra. Todo marchaba bien. Eran, sin saberlo “swingers”, pero el asunto se puso feo cuando Braulio lo encontró a su hermano Jacinto encaramado sobre Leticia. Leticia, su amada Leticia, una negra de larga cabellera, pechos firmes y unas nalgas que hipnotizaban al caminar. Lo sacó a los empujones del rancho y solo porque eran hermanos no lo cago a trompadas, pero blandiendo el facón, que por ese entonces era tan popular como un I-Pod, le advirtió que se fuera, que no lo quería ver cerca de su mujer o el matadero.
Fue así que Jacinto se fue, ero no muy lejos. Al poco tiempo Leticia dio a luz a Rolando. Siempre lo invadió la duda pero nunca, nunca dijo nada.
Por su parte Jacinto solo se fue un par de kilómetros y se puso una pulpería, de vez en cuando visitaba a Leticia en la siesta y se revolcaban en el catre, empapados de sudor bajo el techo de paja del rancho.
Las parejas se fueron estabilizando y la promiscuidad pasó a un segundo plano. El rancherío creció al lado del matadero y de la pulpería. Llego más gente y fue tomando forma de pueblo. Y como todo pueblo tenia su historia. En esa historia estaba la traición de Jacinto de la cual cada uno tomaba partido por alguna de las partes involucradas. Fue así que Mercedes creció junta pero dividida.
Fue tan así que cuando del lado del matadero se fundo el Club Social y Deportivo Tripa y Corazón, del lado de Jacinto se fundó el Sporting Pulpery Social Club, que luego serian rivales a muerte en clásico de fútbol del pueblo.
Pero la cosa no quedo solo en la formación de los clubes. La rivalidad entre ambas partes siempre surgía por alguna cosa, por más mínima que fuera. Sin embargo el lugar fue creciendo y se fueron olvidando cosas, se empezaron a mezclar y la rivalidad pasó solo a los clásicos del pueblo, hasta lo del tren que terminó dividiendo la ciudad en dos. Braulio esta sentado mirando el tren, ve como esta dividida la ciudad y recuerda como empezó todo, esta dibujando en el piso con su facón ya mellado por el tiempo, esta pensando solo en una cosa, esta pensando sacarse esa duda que le carcome el alma, esta pensando en cobrarse esa ofensa.
Leticia ya no esta, pero su recuerdo sigue vivo y quiere que sea solo de él aunque se manche con la sangre de su hermano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente!!! ansioso de leer como transcurre la vida en la mercedes dividida, tomando partido por aquel Jacinto y su Sporting Pulpery Social Club... levanto mi copa de vino por el exito de la novela de la tarde!. y no se olviden que los de enfrente son todos putos!!!

Agustín dijo...

Excelente prosa, cautivante narrativa y frescura contemporanea en una novela de antología que no he leído, pero que recomiendo a ojos cerrados.

Unknown dijo...

no se quien es LASPADA, pero eso de Putos esta demas¡¡¡¡¡ los del Este son todos delincuentes y son los que te cagan a tiros por dos monedas¡¡ AGUANTE EL OESTE¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡